Una cosa es poner orden en el mundo, algo que Carter y Sadie se han comprometido a hacer, y otra bien distinta afrontar la tarea tras constatar el grado de desorden que reina en el universo… y calibrar las propias fuerzas.
El problema, claro, es cómo hacerlo. ¡Y si solo fuera eso!
Carter y Sadie saben que hay que estar loco para intentarlo. En fin, llámales locos. Porque su misión no puede esperar.
Hay una posibilidad de detener a Apofis, solo una y tremendamente arriesgada: recuperar un hechizo perdido hace milenios con el que convertir la sombra de la serpiente en un arma.
Para ello, los hermanos Kane han de ponerse en manos del fantasma de un mago psicótico que puede ayudarles… o matarlos.
--------********-------
De hecho, su relación con Luca es un monumento al sobreentendido, cuando está con sus amigas lo que calla es más importante que lo que dice, y en casa ni siquiera se atreve a preguntarles a sus padres por qué se han separado.
Hasta que un día tiene un accidente de coche del que, milagrosamente, sale casi indemne, apenas una herida en la frente que requiere cinco puntos de sutura...
... y ahora, cada vez que habla con alguien todo acaba mal.
Alice no sabe aún que padece el «síndrome frontal», un cuadro clínico que la obliga a decir todo lo que piensa. Y eso no siempre (en realidad casi nunca) es bueno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta y pregunta lo que quieras, siempre con respeto y te responderé en cuanto pueda!